Hamlet, la obra maestra de William Shakespeare

Resumen y comentarios

Jean-Louis Trintignant en Hamlet
Jean-Louis Trintignant en Hamlet. Keystone/Getty Images

Es un hecho notorio que William Shakespeare es el escritor más afamado de la lengua inglesa y uno de los más importantes de la literatura universal. A su vez, La tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca (escrita alrededor del año 1.600) es su obra más conocida y elogiada. Por ello conviene que repasemos en forma resumida los principales aspectos de este drama inmortal.

Sinopsis de Hamlet

Esta obra de teatro gira en torno a las tribulaciones de Hamlet, cuyo padre, el rey de Dinamarca, ha muerto. Luego de que el fantasma de éste le revela que ha sido asesinado por Claudio, su hermano y actual rey (que además ha casado con la madre de Hamlet, Gertrudis), lo urge a vengarse.

Dudando de la versión del fantasma, Hamlet aprovecha la presencia de una compañía de teatro itinerante para que presenten una obra que evoca el asesinato de su padre. Al retirarse Claudio abruptamente de la representación, Hamlet confirma la verdad de los hechos y concluye que debe matar a su padrastro.

Paralelamente, ante la actitud errática y melancólica del príncipe, los reyes deciden enviarlo a Inglaterra. Antes Hamlet asesina por error a Polonio, Chambelán del reino y padre de Ofelia, de quien aquel está enamorado. Durante el viaje, el barco es atacado por piratas y Hamlet logra regresar a Elsinor, el castillo real danés.

Claudio convence a Laertes, hijo de Polonio y hermano de Ofelia, de que debe a su vez vengar la muerte de su padre. Ofelia, que ha enloquecido, se suicida ahogándose en un río. Concertan un duelo en el que Laertes utiliza una espada envenenada; hiere a Hamlet y a su vez sufre un corte con su propia espada, por lo que también se envenena.

Al mismo tiempo, Gertrudis toma una copa con vino envenenado pensado para Hamlet. Este obliga a Claudio a tomarlo también. Antes de morir, Hamlet pide a su amigo Horacio que cuente lo sucedido y que se reconozca a Fontimbrás, el rey noruego, como sucesor del trono danés.

Qué hace de Hamlet una obra maestra

La fuerza dramática que le imprime William Shakespeare, que se manifiesta, por un lado, en los temas que aborda, como son el deseo de la venganza, la locura, la muerte, el incesto, el sexo y la lealtad, que de por sí han generado toda una serie de discusiones a lo largo de los siglos y encendido las pasiones humanas en general.

Pero, por otra parte, tal vez lo más destacable es la personalidad misma del protagonista. Frente al teatro clásico, que se centraba en los acontecimientos más que en los personajes, Shakespeare nos presenta a un joven atribulado por sus dudas existenciales acerca de la venganza, la muerte y el amor, y con una clara crisis psicológica y existencial que capta totalmente la atención del espectador, por encima de la trama. No en balde cualquier actor sueña con interpretar a semejante personaje tan complejo.

Shakespeare fue un visionario, un precursor de las tendencias existencialistas que surgieron siglos después. La figura de Hamlet cautivó incluso al fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud, que elaboró toda una teoría sobre su comportamiento.

La calidad literaria de Hamlet

Pero, adicionalmente, Shakespeare utiliza toda una serie de recursos literarios para la creación de Hamlet. Además de resaltar el monólogo como recurso importante, es de los primeros en utilizar “el teatro dentro del teatro”. Por otro lado, emplea infinidad de figuras literarias, como la anáfora, la esticotimia, el asíndeton o el calambur.

Asimismo, pocas obras han generado tantas frases citadas a lo largo del tiempo en forma constante, tanto que incluso han sido utilizadas para dar nombres a otras obras. Sin duda la más famosa cita de la literatura es precisamente, la de “ser o no ser, he ahí el dilema”, del acto tercero, escena 1.

La popularidad de Hamlet

Esta obra cumbre de William Shakespeare es probablemente la más representada por compañías de teatro de todo el mundo. De la misma forma, infinidad de obras se inspiran—directa o indirectamente—en el personaje y en su situación para desarrollar sus argumentos. Ha sido llevada al cine varias veces, destacando la versión de Sir Laurence Olivier de 1948.