El amante japonés, de Isabel Allende

Resumen y comentarios de la novela el amante japonés

El amante japones de Isabel Allende
Crédito: Plaza y Janes

El amante japonés es la décimo octava novela de la escritora chilena-estadounidense Isabel Allende—sin contar sus tres relatos dirigidos concretamente al público joven—. Desde La casa de los espíritus, publicada en 1982 hasta el día de hoy, se han vendido más ejemplares de sus obras que de cualquier otro autor que escriba originalmente en español. A continuación te presentamos una concisa reseña de esta novela.

Sinopsis de El amante japonés, de Isabel Allende

La historia principal gira en torno a Alma Belasco, una mujer rica nacida en Polonia y que a los ocho años fue enviada por sus padres a casa de sus tíos, en San Francisco, California. Allí se enamora del hijo de los jardineros japoneses de la casa, Ichimei. Pero se trata de un amor imposible, pues estalla la Segunda Guerra Mundial y todos los japoneses son internados en campos de prisioneros.

Alma termina casándose con su primo, aunque luego de algunos años se reencuentra, en secreto, con Ichimei.

No obstante, la novela comienza en el presente, cuando Alma tiene más de ochenta años y ha decidido retirarse a una particular residencia de la tercera edad. Allí establece, gracias a las gestiones de su nieto, Seth, una excelente relación con Irina Brazili, una joven moldava que trabaja como asistente de los ancianos en diferentes trámites secretariales.

Irinia y Seth descubren las cartas que Ichimei le ha venido enviando a Alma durante varios años y van desvelando el carácter de la relación que los unía. Contar más sería convertir esta reseña en un “spoiler”.

El trasfondo de El amante japonés, de Isabel Allende

El tema central de esta novela está algo trillado: el amor imposible entre dos personas de clases sociales y de culturas diferentes, que sin embargo sobrevive a todos los obstáculos. Por más que Allende los adorne con otras circunstancias, sigue siendo un tema repetitivo, desde Romeo y Julieta.

Pero la novela también acusa el hecho de que la escritora haya llegado precisamente a la tercera edad. El libro trata de convencernos de que la vejez no es algo difícil y de que no representa el ocaso de nuestras vidas. En este sentido, sus varias frases, y el hecho mismo de que en la residencia viven ancianos que continúan llevando una vida activa, incluso haciendo manifestaciones en las calles para protestar contra las injusticias, insisten en este tipo de planteamiento, más propio de un libro de autoayuda que de una novela.

Por lo demás, posee todos los elementos propios de un bestseller, más que de una novela memorable.

El estilo y la técnica de Isabel Allende en El amante japonés

La novela está narrada en un lenguaje demasiado sencillo y directo para mi gusto, aunque muy “vendible”, ideal para quien quiere pasar un rato entretenido frente a una piscina o una playa, sin complicaciones metafísicas o estéticas de ningún tipo.

Con La casa de los espíritus, de hace ya unos treinta años, parecía que Isabel Allende tenía talento suficiente para llegar a ser una escritora a la altura de los mejores de Latinoamérica. Desafortunadamente parece que se interesó más por vender libros que por producir buena literatura. No puedo menos que entender ahora los comentarios que en su momento hizo su compatriota, el gran escritor Roberto Bolaño.